La pérdida de las funciones mentales es uno de los síntomas clave para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, trastornos como la depresión también presentan déficit de cognición, convirtiéndose en un factor de riesgo de esta demencia. Este ha sido uno de los temas tratados en las III Jornadas de Psicopatología Clínica y Salud Mental, celebradas los días 15 y 16 de marzo en Sant Boi de Llobregat y organizadas por la revista Informaciones Psiquiátricas de Hermanas Hospitalarias.

Los pacientes con Depresión en la Enfermedad de Alzheimer (DeEA) “presentan una mayor preservación de algunas funciones cognitivas, como la memoria de aprendizaje, y un deterioro más rápido en otras funciones como el cálculo”, según el estudio presentado por Joan Vilalta-Franch, psiquiatra del Instituto de Asistencia Sanitaria de Gerona. Por ello, el tiempo que transcurre entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico del Alzheimer es mayor en estos pacientes que en aquellos sin DeEA. “Este hecho puede explicarse porque hay tendencia a dignosticar primero de depresión cuando la sintomatología depresiva y cognitiva se solapan”, explica Vilalta-Franch.

La DeEA responde a un perfil de deterioro cognitivo específico, pero no existen datos suficientes respecto a si este perfil se comporta como causa o consecuencia de la depresión. Es por ello que “el funcionamiento cerebral debe contemplarse de una forma íntegra”, ha remarcado Vilalta-Franch.

El rescate del paciente en el proceso de recuperación

En la tradición médica, la recuperación de una persona con una enfermedad mental se ha asociado a la práctica desaparición de síntomas, secuelas y discapacidades derivadas, de modo que el paciente puede volver a la normalidad de su vida cotidiana sin precisar de cuidados específicos. En muchos casos, son los fármacos los que contribuyen a disminuir los síntomas, pero su consumo no es garantía de recuperación.

“En los últimos años, el predominio de la psiquiatría biológica, o más bien, de la psiquiatría centrada en el fármaco, ha hecho que la persona con una enfermedad mental pase a estar en la periferia del foco de atención y cobre valor como consumidor potencial de antipsicóticos y otros medicamentos”, ha criticado el Dr. Mariano Hernández Monsalve, jefe de servicio del Centro de Salud Mental de Tetuán (Madrid).

Según el psiquiatra, lo más importante en el proceso de recuperación es el “rescate” del paciente. Por ello, ha defendido el diseño de un método alternativo a las tradicionales prácticas asistenciales en el que se dé relevancia a los relatos en primera persona del enfermo: “La idea es dar un giro a las políticas de salud mental trabajando en un ensamblaje-integración entre recuperación clínica y personal, con predominio de esta última perspectiva”.

Más formación de los profesionales en salud sexual

La relación entre psicopatología y sexualidad ha sido otro de los temas tratados en las III Jornadas de Psicopatología Clínica y Salud Mental. En este sentido, el doctor Antonio Palha, presidente de la Academia Internacional de Sexología Clínica y presidente de la Sociedad Portuguesa de Psiquiatría, ha manifestado que “existe una escasez de profesionales de la salud con conocimientos sobre sexualidad humana y clínica, indispensables para una correcta evaluación clínica de las personas con enfermedades mentales”.

El Dr. Palha ha advertido de la necesidad de “ayudar a los pacientes a tener una expresión sexual saludable que mejore su calidad de vida, así como proporcionarles la información necesaria sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual”.

La dificultad de clasificar las enfermedades mentales

Las III Jornadas de Psicopatología Clínica y Salud Mental han contado, también, con la colaboración de Germán Berrios, Profesor Emérito de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), quien ha reflexionado sobre la dificultad de clasificar las enfermedades mentales según sus síntomas. “La epistemiología de las enfermedades mentales es compleja y debe partir de la concepción del objeto a clasificar como una combinación entre aspectos biológicos, culturales y morales”, ha explicado Berrios.

Jornadas de Psicopatología Clínica y Salud Mental

Dirigidas a profesionales que trabajan en el ámbito de la salud mental pertenecientes a los centros de la Congregación de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón en en España, estas Jornadas reúnen a expertos nacionales e internacionales de reconocido prestigio con el objetivo de compartir los últimos avances científicos y técnicos en salud mental.

Teniendo en cuenta las diferentes líneas asistenciales de los centros de Hermanas Hospitalarias en nuestro país, “en las Jornadas se aborda la psicopatología desde distintas especialidades, con el fin de facilitar el intercambio de experiencias entre los asistentes y sumar sinergias para un mejor diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales”, explica el doctor Cebamanos, jefe clínico de la Unidad de Rehabilitación Hospitalaria de Benito Menni CASM y responsable de la revista Informaciones Psiquiátricas.

Con esta tercera edición en Barcelona, las Jornadas de Psicopatología Clínica y Salud Mental se consolidan como un espacio de reflexión especializada del más alto nivel en el marco de los valores hospitalarios que identifican a la Congregación.

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