El pasado 16 de marzo dio inicio el Proceso de Revisión de Constituciones y Directorio, labor de gran significado para toda la Congregación en este sexenio.

A través de una carta sor Anabela Carneiro, Superiora general, comunica a todas las hermanas de nuestra Congregación el inicio, objetivo, estilo y horizonte de este proceso.

 

Estas Constituciones servirán de norte y guía”

A TODAS LAS HERMANAS DE LA CONGREGACIÓN

Se acerca, queridas hermanas, el día 16 de marzo, fecha en que celebramos los 111 años de la aprobación definitiva de las Constituciones. Fue con gran alegría y consuelo que el P. Fundador comunicó a la Congregación esta aprobación, invitando a “dar gracias al Señor por todo y a procurar ser muy exactas en el cumplimiento de […] las Constituciones, aprobadas y bendecidas por nuestro Señor, en la persona de su vicario en la tierra”.

Escogimos esta misma fecha, tal como os comunicaba en la última Circular, para dar inicio al Proceso de Revisión de Constituciones y Directorio, labor de gran significado para toda la Congregación, en este sexenio. Pretendemos no solo hacer unos cambios de adaptación a la realidad actual, sino revisitar nuestro “Libro de Vida” para  revitalizar nuestra identidad vocacional de mujeres consagradas a Jesús, testigos de su compasión y misericordia hacia los enfermos y todos los que sufren.

Me acerco ahora a cada una de vosotras, para compartir unas reflexiones que nos ayuden a vivir el camino que iniciamos como una oportunidad de revitalización personal, comunitaria y congregacional, una auténtica conversión, al estilo de la que el Papa Francisco pide a toda la Iglesia en la Evangelii Gaudium: “poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera […], una conversión que es apertura a una permanente reforma de sí por fidelidad a Jesucristo; […] entrar en un proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma”.

PROCESO DE REVISIÓN DE LAS CONSTITUCIONES Y DIRECTORIO

La necesidad que se viene experimentando en los últimos años de revisar, de forma integral, nuestra legislación, quedó así recogida en el Documento capitular: “Realización, en toda la Congregación, de un proceso espiritual que nos impulse a revitalizar la identidad vocacional, mediante la revisión de las Constituciones”.

En esta propuesta encontramos las principales características del camino a realizar, un camino que, en dinámica de fidelidad creativa, nos urge a “revisitar” nuestro Libro de Vida, síntesis de un itinerario de seguimiento de Jesús según el carisma de la Hospitalidad y “criterio seguro para buscar las formas adecuadas de testimonio capaces de responder a las exigencias del momento sin alejarse de la inspiración inicial”.

Trato ahora de ahondar en cada uno de los elementos de la propuesta, subrayando algunos aspectos esenciales para conseguir los frutos que pretendemos: la revitalización de nuestra identidad vocacional.

Leer carta completa

Folleto para la celebración de apertura de este proceso

 

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